Ansel Adams, Helmut Newton, Andy Warhol o David Hockney son solo algunos de los muchos artistas, fotógrafos y aficionados que lograron reconocer el potencial detrás de la aparente sencillez de una instantánea. En un momento de la historia en el que es posible tomar miles de fotografías con un teléfono celular, el hecho de estar dispuesto a pagar por cada disparo del obturador podría parecer un absurdo… hasta que uno lo hace. De ahí en adelante se entiende todo: el valor de la fotografía como objeto físico, el encanto de la imperfección, el tiempo y esfuerzo invertido, la magia.
De cada una de las cinco referencias de película instantánea que se desarrollan actualmente, existen versiones a color, en blanco y negro, ediciones especiales metalizadas, en duotono o en colores pastel.
Cada tipo de película tiene características propias, por lo que es importante saber elegir. La principal diferencia técnica entre los distintos cartuchos es la escala de sensibilidad fotográfica asa de cada uno: la película SX-70, por ejemplo, es tres veces menos sensible a la luminosidad que la película 600, por lo cual necesita más luz para producir una buena fotografía. En espacios interiores es necesario usar flash, especialmente para la SX-70.
Hay que decirlo: las Polaroids aman la luz. Si la escena está iluminada de manera desigual, la imagen final tendrá una exposición irregular: será demasiado brillante o demasiado oscura. Cuando el fondo es una gran parte de la imagen y es más brillante que el sujeto, el fotómetro establecerá la exposición correcta para el fondo, no para el sujeto. Tanto en espacios interiores como en situaciones al aire libre sin mucha luz disponible, es mejor usar el flash; si se quiere tomar un retrato usando el flash y el sujeto está a contraluz, es recomendable intentar enfocar el plano más próximo del rostro para minimizar las áreas sobreexpuestas. Sin embargo, hay algunas circunstancias en las que es mejor no usar el flash en interiores, por ejemplo, cuando se intenta fotografiar algo iluminado por una fuente de luz natural a través de una ventana.
La mayor parte de las cámaras Polaroid no tienen el visor y el lente en el mismo lugar. Debido a esto, los problemas más comunes para los principiantes son las imágenes desenfocadas y los recortes no deseados. Las Polaroid de enfoque fijo permiten captar imágenes nítidas entre 1,2 metros y el infinito, por lo que no funcionan bien para uso en fotografía macro o de aproximación.
Debido a la posición del visor —a un lado y ligeramente más arriba que el lente— lo que ve en una Polaroid no es lo que usualmente obtiene. Esta desviación debe ser tenida en cuenta a la hora de tomar la fotografía. Una vez compuesta la imagen, es necesario mover el lente hacia la posición del visor ocupando así el espacio planeado durante la composición visual. Esto último requiere práctica, pero eventualmente se convertirá en un proceso natural.
La temperatura es otro factor importante antes y durante el revelado. Si bien es posible alargar la vida útil de una película Polaroid sellada refrigerándola en la nevera, es recomendable sacarla un par de horas antes del uso para que adquiera temperatura ambiente. Los excesos de calor o de frío pueden provocan cambios de color o pérdida de contraste… lo que también puede resultar en un error afortunado.