Oda al Smooth Jazz

Lo admito: me gusta el smooth jazz… o bueno, el jazz fusión… o tal vez esa zona difusa entre ambos. La verdad, no sé exactamente dónde está la línea que los separa, si es que existe. No descarto nada.

Coleccionar carteles

El coleccionismo consiste, ante todo, en aprender a observar: por alguna curiosa razón, la idea de tener un Müller-Brockmann se hace más interesante cuando posees más de uno.

¿Todo cambia?

Muchas de las conchas de las que habla Peter Dance en su libro de 1969, «Rare Shells» ya no son tan raras.